Las «posaderas», que nada tienen de humildes, son el foco en el que se centran las miradas masculinas y, por tanto, los complejos femeninos. Un reciente estudio desvela que el 60% de las mujeres cambiaría el aspecto de sus glúteos si pudiera. Y es que nuestra «espalda baja» despierta muchas pasiones, motivo suficiente para que muchas mujeres, no satisfechas con la que les ha tocado en suerte, acudan a la consulta del cirujano para ver cómo pueden remodelarlo.
Han diseñado un protocolo a base de «quitar de aquí y reponer allí» que tiene como resultado «culitos respingones», y lo han llamado Tanga Lift.
No hay comentarios:
Publicar un comentario