Se trata de un test no invasivo, con una fiabilidad del 97%, de muy fácil manejo y cuyo precio ronda los 1.800 euros.
La muestra de saliva se recoge a través de un hisopo, que se inserta en una tarjeta desechable, la cual se conecta a un lector. Entre 5 y 7 minutos más tarde el resultado aparece reflejado en una pantalla LCD y se puede también imprimir en un ticket de forma instantánea.
La prueba es efectiva y, además, el 'kit' se adapta muy bien al trabajo policia. El dispositivo se puede usar en cualquier investigación relacionada con la ingesta de estupefacientes, tanto en el ámbito laboral como deportivo, ha precisado.